El centro usa todos los recursos que tiene disponible para que los internos tengan las condiciones más parecidas a un hogar. Se mantiene en estricto cuidado la calidad de la alimentación en aspectos como nutrición, higiene y digestión. La comida no solo debe ser saludable si no que además debe de agradar en lo más posible a los niños y se les complementa con vitaminas y minerales siempre que sea posible.
La parte de la higiene es importante para prevenir enfermedades y tanto encargados de cocina como tutores vigilan que los niños se mantengan en higiene en su aseo personal, ropa, dormitorios, baños, áreas de estudio y diversión y la cocina misma. Así mismo para una correcta digestión se habitúa a los internos a comer en sus horas, en tranquilidad y sin desperdicios de comida.