Una frase que vemos sin ofensa, y así mismo sin importancia, pero que bien analizada, puede frenar las iniciativas de desarrollo de un niño y/o niña.

Escuchemos a los niños, escuchemos a nuestros hijos.

Todo niño y niña que tienen acceso a sus derechos, se convierten en adultos plenos.

Dándoles importancia y no tratar de ignorarlos, o menospreciar sus habilidades y cualidades por el hecho de ser un niño.

Es responsabilidad de los adultos proveer el goce de los derechos y brindar herramientas para formar una niñez feliz y responsable, para garantizarles un mejor futuro.

Apoyemos los derechos del niño.

Categorías: Fundación AHLE